Banner 468

...
Facebook
RSS

¿Cuánto vale una idea de negocio?



Muchas veces escucho personas, amigos e incluso parientes decir que tienen una idea de negocio. Adicionalmente dicen que su idea es la mejor. Que funcionará, que solo necesitan dinero y lo piden prestado porque ellos dicen o creen no tenerlo.
Ahora bien, una vez que se consigue el socio inversionista empieza el reparto de los porcentajes de la empresa. Es decir qué cantidad de la empresa le corresponde a cada uno. Y es aquí donde quien aporta la idea de negocio exige una cantidad X de acciones de la empresa (mayormente el 50%) y postula que la otra mitad le corresponde al socio inversionista.

¿Cuánto entonces vale tu idea de negocio? Todo el mundo piensa y dice que vale mucho, que su idea será una gran empresa. ¿Es cierto esto?

Veamos la definición de la palabra IDEA: según Wikipedia, Una idea es una imagen que existe o se forma en la mente. La capacidad humana de contemplar ideas está asociada a la capacidad de raciocinio, autorreflexión, la creatividad y la habilidad de adquirir y aplicar el intelecto. Las ideas dan lugar a los conceptos, los cuales son la base de cualquier tipo de conocimiento, tanto científico como filosófico. Sin embargo, en un sentido popular, una idea puede suscitarse incluso en ausencia de reflexión, por ejemplo, al hablar de la idea de una persona o de un lugar.

Entonces ¿Cuánto vale una idea? Muchos dirán que no mucho, dependiendo de qué viene en el o quien lo emite. ¿Cómo saber cuánto vale tu idea?

Y aquí me gusta poner un ejemplo muy interesante sobre este tema. La historia del teléfono. Cuando Alexander Graham Bell desarrolló el primer prototipo de un teléfono pidió una reunión a la empresa líder de aquella época en mensajería, Western Union, para venderles la idea. Incluso con un prototipo construido, que era necesario para demostrar que su idea se podía realizar, la respuesta de los altos funcionarios de la empresa fue que era un lindo juguete, pero que no les interesaba. Para los altos funcionarios de Wester Union esa idea no valía nada. Y todos sabemos la historia posterior a ella. Este es un ejemplo de cuánto vale una idea.

Una idea vale realmente nada, para todos. Vale todo para quien la pensó. Ahora bien, todos sabemos que es fácil tener ideas y que no cuesta mucho dinero tenerlas, pero si llevarlas a cabo. Podemos concluir en primera instancia que una idea vale relativamente a quien la escucha, es decir tiene un factor subjetivo de valoración. Para algunos valdrá, para otros no valdrá, y para otros, valdrá algún punto intermedio de ese infinito mar de posibles valores de un subconjunto perteneciente a los números reales.

Por otro lado, sabemos que para ganar hay que arriesgar, y cuando haces esto puedes perder. ¿Qué pasa si la idea, que inicialmente era muy buena y bonita, no funciona como se esperaba y el proyecto de empresa fracasa? ¿Cuánto perdemos? ¿Quiénes asumen esa perdida? ¿Mitad y mitad? Aquí esta el punto interesante. Si el negocio fracasa, quien asume toda la perdida es quien puso todo el capital, dado que la idea de negocio fue un pensamiento, que por muy elaborado y complejo que pueda ser, es un pensamiento, no aporto nada para el capital de la empresa.

Estoy seguro que muchos abogados, psicólogos y profesionales de ramas afines podrían quejarse de mi opinión, y no niego que se pueden necesitar muchos años de aprendizaje y experiencia para producir ciertos niveles de pensamientos e ideas pero esta inversión no es parte del valor de la idea, es parte del valor de la persona. Estoy seguro que muchos consultores de negocios que cobran por emitir ideas o sugerencias de mejoras pueden discrepar, sin embargo es importante recordarles que no todos pagan lo mismo por sus ideas y que incluso el valor de estas ideas varían según la experiencia, reputación e imagen del profesional, por lo que caen en el punto que es un valor subjetivo y no tangible como si lo es arriesgar una cantidad dada de dinero en un emprendimiento.

Entonces, ¿Cuánto vale tu idea de negocio?… pues nada. Esa es la respuesta. Debes partir de la verdad que tu idea de negocio vale absolutamente nada. Ahora bien, si logras convencer a tu socio que vale algo, entonces has empezado por un buen camino; si puedes convencer a tus potenciales clientes, mejor aún; si puedes convencer al mercado de valores, excelente. Pero no será hasta que ellos hayan firmado el cheque (y lo hayas cobrado) que tu idea vale. Esto se llama especulación y es gracias a esto que las acciones de una cierta empresa (un conjunto de ideas de negocios) suben o bajan de valor.

Ahora bien, ¿Cuánto vale una empresa? Una empresa vale lo que sus estados financieros dicen que vale. Eso es una realidad. El dinero que forma parte del capital de la empresa, las cuentas por cobrar, la infraestructura, los almacenes, aviones, valores, títulos o cualquier objeto tangible que este a nombre de la empresa. Eso define el valor de una empresa. Pero el valor de la idea de negocio es cero como punto de partida. Con esto quiero concluir que lo más importante al momento de hacer empresa no es tener la idea de negocio, si no invertir trabajo (horas hombre, dinero, objetos) para hacerla realidad y arriesgar para ganar. No es solo con ideas que las empresas de negocio han llegado lejos, es con esfuerzo, tiempo y dedicación para transformar esas ideas de negocio en empresas tangibles.

Así que si tienes una idea de negocio y estas buscando un socio que ponga el 100% del capital no esperes que él tenga menos del 100% de la empresa, porque lo que se arriesga es el dinero y no la idea. Si todo fracasa quien pagará las cuentas será la empresa y la empresa solo dispone de su capital de formación como fondo inicial para hacer eso. Lo mismo sucede con las ganancias, estas se deben repartir equitativamente respecto del capital inicial.

Es por ello que debemos entender que debemos identificar donde está el riesgo y compartirlo si realmente queremos ser empresarios. Si asumimos algún tipo de riesgo (más aun financiero) entonces realmente estamos aportando para lograr el camino trazado. Así que es hora de arriesgar.
[ Read More ]