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Hablando sobre la asignación de responsabilidades

Revisando la internet me tope con esta lectura, que facilmente expresa todo lo que necesito decir al respecto de la buena asignación, la comunicación y trabajo en las empresas (y ademas en los proyectos)... disfrutenlo.

Había una vez cuatro individuos llamados “Todo el Mundo”, “Alguien”, “Nadie” y “Cualquiera”. Siempre que había un trabajo por hacer, “Todo el Mundo” estaba seguro de que “Alguien” lo haría. “Cualquiera” podría haberlo hecho, pero “Nadie” lo hizo. Cuando “Nadie” lo hizo, “Alguien” se puso nervioso porque “Todo el Mundo” tenía el deber de hacerlo. Al final, “Todo el Mundo” culpó a “Alguien” cuando “Nadie” hizo lo que “Cualquiera” podría haber hecho.
Moraleja :

Una de las fuentes de conflicto que mas se presenta en las empresas resulta del hecho que no se cuide el nivel de responsabilidades y la correcta asignación de tareas a los colaboradores.

Tampoco basta con comunicar lo que cada persona va a efectuar, además hace falta contar con un cronograma, con instrucciones claras, lo menos ambiguo posible, indicación sobre las personas que pueden facilitar recurso y lo mas importante es generar en todos y cada uno la iniciativa para actuar en tanto se precise de su aporte.

Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.

En el trabajo, el compromiso se refleja en varios aspectos: la forma en la que se vive el horario (los extremos de rigurosa entrada y salida para cumplir, los retrasos, dar un poco más de tiempo si hace falta), la contribución a un ambiente amable y las buenas relaciones, la búsqueda de nuevos conocimientos para el perfeccionamiento profesional.

La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de la obligación contraída. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás. En la empresa, la persona comprometida se siente orgullosa por los éxitos de la organización a la que pertenece y muestra preocupación sincera ante las dificultades de sus compañeros. Siempre está dispuesta para participar en los asuntos dentro y fuera de la empresa.

Tenemos seguridad en una persona porque sabemos que en sus palabras no existe el doble sentido o el rebuscamiento; jamás hace un juicio a la ligera sobre las actitudes de los demás; trabaja con intensidad, procurando terminar la tarea encomendada cuidando hasta el más mínimo detalle; llegará puntual si así se ha acordado o guardará el secreto que le hemos confiado.

Citado de: http://esopoenlaempresa.blogspot.com/

Fotografía: Juan Pablo R. Girón Lingán - Taller de Integración - BIE GROUP 2009 - Curso Metodológico de Gerencia de Proyectos (www.bie.pe)

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