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¿Por qué la publicidad no muestra estereotipos de un campesino?

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Juan Pablo



¿Se han dado cuenta que las tiendas por departamento en un centro comercial solo muestran un tipo de ropa “étnica” o “cultural” enfocado en el hombre/mujer “moderno/a” de oficina? Es decir, ese hombre/mujer de camisa/blusa que no suda. Y se sube el “precio” de esa ropa, la ropa fina y delicada que evidencia que una persona no hace esfuerzo físico, pero si tal vez (ojo que tal vez) esfuerzo mental y capacidad intelectual.

Es natural que las tiendan traten de vender productos con alto precio. Todo vendedor tratará de vender lo más caro posible mientras que todo comprador trata de conseguir las cosas lo más bajo posible. Es falso que el rico busca lo mas caro. Totalmente falso. 

Pero más allá de eso, se evidencia que la sociedad no protege o cuida la cultura y la diversidad. Ya que se subvalora al campesino en todas sus expresiones. Y obviamente en la ropa que viste. Por ello, vestir de campesino es, sin duda, una referencia de pobreza económica. Y aquellos que crecemos en la ciudad vivimos con ese estereotipo grabado en el cerebro tan fuertemente que buscamos no usar ropa “indígena”. O ciertamente cuando los titulares de periódicos hacen referencia a personas “indígenas” excluyéndolos de la sociedad como si no fueran parte de ella. ¿Qué la sociedad no estaba conformada por todos sus actores, en diversidad cultural y étnica? Al menos ese se enseña. Pero pareciera que a la prensa solo le gusta cierto tipo de sociedad y la empuja en todos los actos comerciales y publicitarios.

Obviamente los campesinos siembran, producen y venden sus productos, expuestos a usureros que compran sus cosechas a precios bajos y revenden a precios altos, en la ciudad. Y es que, a diferencia de muchos gobiernos, que controlan el suministro de los alimentos para no abaratar los precios, el campesino siempre busca producir y entregar lo más y mejor que puede a la sociedad. Como resultado al haber mucha oferta de su producto el precio baja. Pero más allá de eso, es que existen intermediarios que lucran con el trabajo del campesino y con la ignorancia de las personas que viven en ciudad, y digo ignorancia porque no nos ponemos a pensar que, sin alimentos no podríamos existir. No podríamos durar una semana sin alimentos en una ciudad. Y simplemente todos los lujos y excesos se vendrían abajo al no tener un suministro adecuado de alimentos continuo y constante.

Controlar este suministro es uno de los últimos bastiones para controlar al ser humano. Ya que, si tienes que pagar para sembrar, se configura la última forma de control sobre la humanidad. 

Es por ello por lo que, se menosprecia al campesino en todas sus formas, pero sin embargo es quien genera la posibilidad de existencia de toda la sociedad como la conocemos. Ese campesino que trabaja con sus manos la tierra a falta de maquinaria automatizada o herramientas modernas, pero que gracias a ello podemos alimentarnos y alimentar a nuestras familias. 

¿Te imaginas tener tu cuenta bancaria llena de dinero, pero no tener los supermercados totalmente vacíos? ¿Sin la posibilidad de adquirir alimentos simplemente porque no hay? Es ese segmento social y cultural que soporta el resto de los segmentos. Es el más olvidado y excluido.  Ya lo vivimos con los limones en Piura hace años… imagínate el arroz, papa, leche o huevo… 

Tal vez la única forma de revalorizarlos sería generando escasez de productos y con esa subida de precio, convertir a los agricultores y campesinos en personas “económicamente ricas” para recién pensar en ofrecerles productos “de valor”. Pero mientras esa escasez es creada artificialmente por empresas y conglomerados para fomentar la subida de precios en muchas áreas de la sociedad, los campesinos, fiel a su humanidad, no lo hacen. ¿Tú qué piensas?

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